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¿Es la Copa Oro el punto de inflexión del futbol femenil?

Hola, soy Aldo Sales, y esto es Playbook, el newsletter con las historias más relevantes sobre los negocios, decisiones y gente clave que mueven los hilos del deporte mundial.

¿Es la Copa Oro el punto de inflexión del futbol femenil?

Leer este artículo te tomará: 4 minutos

Si lees este artículo podrás responder las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué el 2023 fue el punto de inflexión para el futbol femenil?

  • ¿Qué relevancia guarda para la CONCACAF la versión varonil?

  • ¿Cómo impacta la Copa Oro Femenil al exposure mediático del futbol femenil?

  • ¿Cómo mejora los ingresos de las jugadoras?

Ahora si…

Uno de los mejores negocios en el mundo del futbol acaba de lanzar su versión femenil, aprovechando el momentum que vive este deporte y elevando dramáticamente la cobertura mediática del deporte femenil en general.

¿La Copa Oro marcará un antes y un después en el futbol femenil?

Parece que el 2023 fue el año que representó el punto de inflexión para el futbol femenil. Entre julio y agosto se jugó la Copa Mundial Femenina de Futbol en Australia y Nueva Zelanda dejando atrás expresiones como “nadie ve el futbol femenil” con números como los siguientes:

  • Se promediaron 30 mil personas en el estadio por partido

  • Un total de 1.97 millones de aficionados asistieron al estadio durante el evento.

  • Fueron 1,120 millones de personas quienes vieron por televisión el evento.

  • Se lograron utilidades por $570 millones de dólares

  • La final entre España e Inglaterra fue vista en televisión por más de 20 millones de personas sólo en esos 2 países.

  • El 67% de los hogares en España sintonizaron este partido.

Aunque no debiera ser el objetivo, la comparación con la versión varonil en cuanto a audiencias, ingresos e impacto resulta natural, y es justo por eso que, aprovechando el creciente interés en el deporte de Alex Morgan, María Sánchez, Alexia Putellas y Jacqueline Ovalle, la CONCACAF decidió buscar, con la realización de la nueva Copa Oro Femenina, replicar el éxito financiero que ha tenido desde 1991 la versión varonil de dicho torneo.

En la actualidad, el torneo varonil representa el 70% de los ingresos de la CONCACAF llegando a facturar más de $112 millones de dólares por edición, lo que representa un crecimiento en sus ingresos de 2x comparado con los años en que no se lleva a cabo la competencia, la cual, por cierto, depende en un 16% del ingreso generado por boletaje, categoría en la cual la Selección Mexicana sigue siendo el equipo que más mueve la aguja.

Tratando de replicar el playbook de dicho torneo que en sus 16 ediciones ha sido ganado 8 veces por México, 7 veces por Estados Unidos y 1 vez por Canadá, la confederación decidió este año lanzar la primera edición de la Copa Oro Femenina en la que participarían 11 equipos de la región y 4 equipos invitados de la CONMEBOL (Brasil, Argentina, Colombia y Paraguay). El torneo se jugaría en los Estados Unidos, particularmente en San Diego, Los Ángeles, Carson y Houston y contaría con la participación del equipo estelar de cada país, incluído el anfitrión.

Al día de hoy, distinto a lo que sucedía en el pasado reciente, los partidos se transmiten en horarios de mayor audiencia como las semifinales entre México y Brasil a las 6pm o el partido entre Estados Unidos y Canadá a las 9pm, ambos por ESPN y su plataforma Star +. Y esto impacta directamente el potencial comercial, razón por la cual patrocinadores de la versión varonil como Modelo, Toyota, Valvoline y Qatar Airways han decidido apostar por este nuevo torneo que también ha acaparado un cantidad considerable de tiempo aire en los noticieros deportivos más importantes del continente, de manera orgánica, a través del natural debate que enfrenta a quienes ven el futbol femenil como una innegable oportunidad de crecimiento, y quienes lo ven como siempre lo han visto…

Según Dalia Empower, este nuevo experimento de la CONCACAF, junto con otros de reciente creación duplican la cantidad de partidos oficiales jugados por las selecciones mayores de la región, quienes en los últimos 4 años han competido en un mínimo de 195 partidos, representando un crecimiento de hasta 118% en comparación con los 4 años previos.

Esta mayor visibilidad, que impulsa al alza el 3% de cobertura mediática que actualmente existe del deporte femenil, se une a otro beneficio clave para los equipos y, sobre todo, las jugadoras: más dinero para su bolsillo.

Aunque no se han hecho públicos los montos de los bonos a los que son acreedoras las jugadoras, dependiendo de su resultado, y que se comparan con los $200 mil dólares que cobra cualquier selección varonil por participar y el $1 millón de dólares que cobra el equipo campeón, se ha confirmado que esta competencia incrementa en hasta un 50% el monto de los bonos a los que se tiene costumbre. Pura lógica, mayor cobertura, mejor boletaje, más patrocinios, mejores premios, mayor profesionalización del deporte femenil. Así si.

La opinión de Playbook

A diferencia del futbol varonil, la CONCACAF es la confederación más potente del continente, haciendo a la nueva la Copa Oro el torneo regional por excelencia, y una gran oportunidad de ampliar el exposure internacional de los equipos femeniles, y el potencial comercial del deporte en general.

Lo que más le hubiera convenido al torneo y a la CONCACAF es que la Selección Mexicana lo ganara. Y no, no es porque yo sea mexicano, sino porque existen 60 millones de fanáticos de este equipo en Estados Unidos, haciéndolo el mayor vendedor de boletos en estadio, pero también porque hubiera sido la mejor manera de consolidar el nuevo fanatismo por la selección femenil, y entonces construir la base de aficionados que esperan con ansias la celebración de la siguiente edición.

Me emociona lo que está sucediendo.

Y tú, ¿qué opinas?

Gracias por estos 4 minutos, ¡nos vemos la próxima!

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