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¿Por qué los 49ers están peleados con su propia ciudad?

Hola, soy Aldo Sales, y esto es Playbook, el newsletter con las historias más relevantes sobre los negocios, decisiones y gente clave que mueven los hilos del deporte mundial.

¿Por qué los 49ers están peleados con su propia ciudad?

Leer este artículo te tomará: 5 minutos

Si lees este artículo podrás responder las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo se financian los estadios deportivos en Estados Unidos vs. países como México?

  • ¿Cómo fue el esquema bajo el cual los 49ers y el gobierno local acordaron construir el Levi´s Stadium?

  • ¿Por qué se fracturó la relación?

  • ¿Cuánto dinero le ha generado dicho estadio a la ciudad de Santa Clara?

Ahora si…

Es común escuchar que los estadios deportivos son pieza importante del desarrollo económico de la ciudad o municipio en que se construyen, pero ¿realmente lo son?

En el caso del Levi´s Stadium de los San Francisco 49ers no sólo no ha sido el mejor negocio de la ciudad sino que incluso ha sido la razón detrás de una pelea legal y política de más de 10 años.

A diferencia de países como México en donde la gran mayoría de los estadios son privados y financiados por la entidad propietaria del equipo con apoyo (a veces) del gobierno local a través de infraestructura y servicios, en Estados Unidos el financiamiento (y endeudamiento) de estadios con recursos públicos es una práctica normal.

Aprovechando una laguna legal que desde 1913 permite a los equipos construir estadios financiados con bonos municipales libres de impuestos, la captación de recursos ha sido masiva. De hecho, desde 1970 se han destinado más de $33 mil millones de dólares de recursos públicos a la construcción y remodelación de 135 estadios en Estados Unidos y Canadá (2.6 estadios por año).

Pero lo más interesante es la proporción del costo total cubierto por los ciudadanos, y es que hasta el 2020, los recursos públicos representaban, en promedio, un 73% del total invertido. O sea, que si vives en Estados Unidos “ojalá que le vayas a tu equipo local porque estás financiando su estadio”.

Acá unos ejemplos:

  • U.S. Bank Stadium (Minnesota Vikings)- Costo: $1.08 mil millones de usd - 51% financiado públicamente

  • M&T Bank Stadium (Baltimore Ravens)- Costo: $229 millones de usd - 87% financiado públicamente.

Diversos estudios econométricos han comprobado que un estadio NO necesariamente acelera la economía de la ciudad en que se encuentra argumentando que los nuevos empleos son temporales y por un período muy corto de tiempo, que el gasto por familia no se incrementa sino que se destina a otros productos (boletos, merch, etc) y que el verdadero beneficio económico se queda en manos de jugadores y propietarios del equipo en cuestión.

¿Pero qué pasa cuando, aparte de esto, el equipo incumple promesas y se involucra en cuestiones políticas locales?

49ers vs. Su (nueva) ciudad

En 2006, el alcalde de San Francisco Gavin Newsom tenía el objetivo de lograr la sede de los Juegos Olímpicos de 2016 y para ello estaba dispuesto a financiarle a los San Francisco 49ers la reconstrucción del famoso Candlestick Park. A última hora el entonces dueño del equipo, Eddie De Bartolo, se vio envuelto en un caso de corrupción y el equipo anunció que San Francisco ya no era el mejor lugar para ser la sede del equipo, y se mudaron a la ciudad de Santa Clara gracias a la gestión de su alcaldesa Lisa Gillmor, quien creía firmemente que la mudanza del equipo representaría un impulso para su localidad, y para ella políticamente, claro.

El nuevo estadio se construiría, a través de un vehículo público-privado (Santa Clara Stadium Authority), en el que la inversión de poco más de $1.3 mil millones de dólares se dividiría de la siguiente manera:

  • Gobierno local de Santa Clara: $114 millones de dólares, de los cuales $35 millones son producto de un nuevo impuesto del 2% a tarifas de hoteles aledaños.

  • San Francisco 49ers (y la NFL): $263 millones de dólares

  • Deuda contraída con Goldman Sachs: $950 millones de dólares

El estadio sería propiedad del gobierno y el equipo se encargaría de administrarlo pagando una renta cada año.

Pero no había pasado ni un año y todo empezó a complicarse…

Al lado del terreno en que se construiría el estadio se encuentran unos campos de futbol juvenil (Santa Clara Youth Soccer Park) muy concurridos por jóvenes de la comunidad, mismos a los que desde el inicio, el equipo le “echó el ojo” porque funcionaban perfectamente como un potencial estacionamiento para sus invitados VIP o, como ya sucedió, como un gran espacio para montar los centros de medios en eventos como el Super Bowl, o el mismo mundial de futbol (ambos a realizarse en 2026 en sus instalaciones). Ofrecieron comprarlos por una fracción del valor, y al ser rechazados se comprometieron a invertir $3 millones de dólares para construir otros 3 campos en otro lugar y así poder darle uso a ese espacio.

Esos campos nunca fueron construídos y el mismo CFO del equipo dijo que “no iba a suceder nunca”. Así que dio inicio una batalla entre el equipo de Jed York y la ciudad que ha durado ya más de 10 años y durante la cual el equipo ha invertido esos mismos $3 millones de dólares financiando campañas de políticos con el fin de ocupar los 5 de 7 asientos que hoy tienen en el consejo municipal y así controlar las decisiones importantes.

Al día de hoy, el pleito continúa y aunque el equipo argumenta que en estos 10 años le han generado más de $2 mil millones de dólares a la ciudad en ingresos derivados de sus partidos y de otro tipo de eventos como conciertos de Beyonce, The Weekend, Elton John y, adivina… Taylor Swift (sus dos conciertos solos generaron $33.5 millones de dólares, el equivalente a entre 4 y 5 partidos de los 49ers), también son acusados de no reportar $1 millón de dólares por concepto de patrocinios que debían entregar a la ciudad como parte de su acuerdo de revenue share.

En toda historia hay dos versiones, y queda claro que desde la perspectiva de cada quien existe lógica y agravio, pero lo que es un hecho es que los 49ers no sólo regresarán a casa sin el Vince Lombardi, sino que lo harán volviendo a una ciudad que no está muy contenta con su presencia.

Y a todo esto, surge de nuevo la pregunta: ¿le conviene en verdad a una ciudad ser la sede de un estadio deportivo?

La opinión de Playbook

Creo que la respuesta es un típico “depende”. Depende de muchos factores que tienen que ver con infraestructura, poder adquisitivo de la población, margen de maniobra del equipo y la ciudad, entre otros, pero uno importante que pudiera parecer contradictorio: el tamaño de la ciudad que se quiere impulsar.

La población de Santa Clara es de 127 mil habitantes, por lo que tener un estadio con capacidad para 68,500 personas indica que se espera que más de la mitad de la población se reúna cada partido en el estadio, o que miles de personas foráneas viajen a la ciudad para dejar sus dólares, pero si esos dólares se dejan dentro del estadio administrado por el equipo mismo, entonces la ciudad ¿en dónde queda?

Y tú, ¿qué opinas?

Gracias por estos 5 minutos, ¡nos vemos la próxima!

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